© Norma Segades - Manias

Prólogo

En la dedicatoria, bella y profunda, está el pórtico luminoso del Amor que puede fundar, labrar, estructurar un edificio de palabras en el que anidan y estallan dulces sentimientos, habitando y perfilando con magia el “Tiempo de duendes”.
Duendes graciosos, que viven en el corazón de la maestra-poetisa. Esa que me recuerda a Gabriela Mistral, porque profundiza un evangelio de luz clarísima, tendiendo “un puente de orilla a orilla”. Un puente que descorre el gran telón y trae, en su más honda realidad, y con vocablos típicos, la hechicería de esos duendecillos caracoleros y pescadores de las islas.
Norma es maestra; sabe la misión, la vive, la practica y entiende la urgencia de la ronda: “Ven, gurisito callado, / a habitar en mi alegría; / con tu mano y con mi mano / levantaremos la risa.”
Y, después del canto, sucederá el milagro, porque los niños de la ciudad volverán sus ojos y descubrirán la belleza de nuestro paisaje y la callada y melancólica soledad de los costeros.
La indiferencia o la falta de sensibilidad para sentirlos hermanos, obliga a Norma a buscar las imágenes decidoras, tiernas y, a veces, desgarrantes, de Arancio.
Al contemplarlas, va deshilachando su alma poética, para que los niños lean, en esa dupla de imagen y palabra, una realidad insoslayable. La única que puede, sin hipocresías, educar en el amor y la comprensión, en la justicia y la verdad.
La maestra, cuyo ministerio lateral ejerce labrando poemas, podría decir como la Mistral en 1949, cuando le preguntaban por sus oficios, que no consideraban gemelos: “yo respondo que la felicidad o al menos el ánimo alegre y poético del maestro, vale en cuanto a manantial donde beberán los niños con gozo, y del gozo `necesitan´ ellos tanto como de `adoctrinamiento´”.
Es así, Norma revive a la poetisa de América, y hoy, y ahora, ejercita, con conmovedor realismo, dos de sus grandes pensamientos pedagógicos: “el buen sembrador, siembra cantando” y “toda lección es susceptible de belleza”.
Y Norma Segades - Manias siembra y enseña, canta y da la lección del paisaje, en un “Tiempo de duendes que hará descubrir a nuestros niños, a sus hermanos isleños.
Sí, es regalo y caricia el ofrecimiento que me hizo Norma. Estoy diciendo, con emoción, algunas cosas sentidas ante las estampas de Juan Arancio, que dibuja a esos seres, como lo que son, casi esencia del paisaje, y ante las palabras de Norma que, al decir de Elder Cámara, se convierte en “la voz de los sin voz”.
Es esta una bellísima propuesta a comulgar, a compartir una enhebradura de sueños, vuelos, raíces, cantos y cielos, en la que se irán fundiendo, silenciosa y hondamente, los pequeños lectores y todos quienes conservan intacta su alma de niños.

María Assenza

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Datos de la autora

Autora de: *Más allá de las máscaras *El vuelo inhabitado *Mi voz a la deriva *Tiempo de duendes *El amor sin mordazas *Crónica de las huellas *Un muelle en la nostalgia *A espaldas del silencio *Desde otras voces *La memoria encendida *Bitácora del viento *Pese a todo (CD) En 1999 la Fundación Reconocimiento, inspirada en la trayectoria de la Dra. Alicia Moreau de Justo, le otorgó diploma y medalla nombrándola Alicia por “su actitud de vida” y el Instituto Argentino de la Excelencia (IADE) le hizo entrega del Primer Premio Nacional a la Excelencia Humana por “su meritorio aporte a la cultura”. En el año 2005 fue nombrada Ciudadana Santafesina Destacada por el Honorable Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe “por su talentoso y valioso aporte al arte literario y periodismo cultural y por sus notables antecedentes como escritora en el ámbito local, nacional e internacional”.En 2007 el Poder Ejecutivo Municipal estimó oportuno "reconocer su labor literaria como relevante aporte a la cultura de la ciudad".